domingo, 23 de septiembre de 2007

La mia prima settimana

Pues ya llevo una semana aquí, y la verdad es que parece que llevo muchísimo más. He tenido que hacer un montón de cosas todos los días, y hasta que encontré un piso que me convenció fue un poco duro ser un nómada de la vida. Porque parece que no, pero la ropa se arruga muchísimo en la maleta (...). Voy a vivir en una casa bastante nueva, con un chaval de Oviedo y un chico italiano, que es de un pueblo a 70 km de aquí que está en el valle de una estación de esquí enorme (ya pondré el nombre cuando me lo sepa).

En Trento, se hace vida de calle, es decir, la gente se agolpa en las plazas y en las cafeterias que hay en las plazas, y se pasa la tarde al aire, digamos. Nosotros no íbamos a ser menos. Normalmente comíamos en restaurantes de aquí, tema del que os hablaré largo y tendido en otra entrada, pero ya nos hemos sacado el carnet universitario, con lo que iremos a comer allí casi todos los días. Los restaurantes universitarios se llaman Mensa, y por 4 euros tienes un menu de esos que te obligan a echarte la siesta. También la universidad nos ofrece cursos gratuitos de italiano, y ofrecen cursos muy baratos de ingles, alemán y francés. Por si quieres hacer algo de deporte hay cerca un polideportivo con todas las actividades posibles, incluyendo cursos de vela y windsurf en lagos cercanos. Aunque lo que aquí hace todo el mundo es ski o snow. Es como la religión local.

Cerca de la estación, hay un bar en el que se pueden ver partidos de fútbol internacional, así como de otros deportes. Y ayer domingo los partidos que emitían eran bastante interesantes, incluyendo el Valladolid - Real Madrid, que fuimos a ver toda la tropa española. Fue un coñazo enorme. Pero no pasa nada, nos tomamos unas cervecitas y listo. Me da la impresión que veré más partidos estando aquí que allí.

El tema fotos es algo que tengo pendiente, pero al perder la cámara en Irlanda me veo obligado a hacerme con una aquí. Pero no os preocupéis que las pondré, que seguro que me es mas sencillo explicaros las cositas acompañándolas de fotos. Y después de la fiesta del sábado en casa de unos españoles, ya tengo material para pedir y colgar. En fin, cuando saque tiempo os contaré mas cosillas.

Ci vediamo ragazzi!!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Primeras impresiones

Tras establecerme un poco en la ciudad os voy a hacer un pequeño resumen de mis días aquí, y os lo escribo desde el medio de la Piazza Duomo, al lado de una fuente preciosa, y escuchando a un músico que toca el violín:

VIAJE: El vuelo a Milán son un poco menos de dos horas. Luego cogí un autobús que te lleva desde el aeropuerto de Malpensa hasta la estación central de autobuses de Milán. Y tras comerme un trozo enorme de pizza cuyos únicos ingredientes eran tomate y especias, me subí al tren destino Trento, con trasbordo en Verona. Un tren típico de película, con compartimentos para seis personas. Las maletas nos estorbaban un huevo, por cierto, y las dejamos en el pasillo del tren, pasaron a molestar un huevo a la gente que pasaba por allí. Luego se llega a Verona y se pilla un tren de hace mil años que te introduce una zona de montañas gigantes. La verdad es que impresiona.

CIUDAD: Es una ciudad muy bonita, está en un valle entre montañas gigantes. Tiene muchas plazas con muchísimas iglesias (en el mapa contamos doce), y una plaza principal donde está el Duomo. La gente aquí tiene mucho dinero y se nota. Es una ciudad muy limpia, gente arreglada, coches de lujo, y demás. Y lo más importante, la ciudad tiene un servicio de wifi gratuito en los parques y plazas, con lo cual casi toda la ciudad tiene conexión gratuita. A poco más de media hora puedes encontrar estaciones de esquí, y puedes esquiar en todas ellas por 300 euros la temporada. Pero es abono es transferible, con lo cual ya se sabe.

PRECIO: Aquí, en el norte de Italia es todo más caro, pero no más que en Madrid. La comida es más barata en comparación. Los autobuses son gratis. Bueno, en verdad no, pero son tan confiados que ningún estudiante pagó nunca. Y si pagas pues son 90 céntimos que te valen para 70 minutos de viaje, los autobuses que quieras. Con lo que no pagar es una cuestión de cara dura, más que económica. Los trenes de Italia son bastante baratos. Nos costó 17 euros ir desde Milan a Trento, que son dos horas y media.

GENTE: Nada más llegar conocimos a los españoles de aquí. Un grupo de unos veinte mas o menos, que nos fueron dando una idea de la ciudad y nos llevaron al piso de uno a cenar. Y después había una fiesta enorme en una residencia, así que tuvimos que ir. Y allí habría como cien estudiantes extranjeros e italianos. Muy bien. Aquí vamos a estudiar este año más de 200 estudiantes Erasmus, que sumados a los muchos italianos de otros lugares que estudian aquí hacen un grupo bastante grande.

UNIVERSIDAD: No he ido aun. Tenemos demasiado lio de papeles. Pero me han dicho que está nueva, y es como una mansión. Está en la colina de una montaña y se ve toda la ciudad entre las montañas. Es la ostia. Deciros que en la facultad de ciencias hay escaleras mecánicas os puede dar una idea de la pasta que tiene la gente aquí. Y yo espero ir a la universidad la semana que viene, a ver que tal me entero.

FIESTA: La ciudad nos habían dicho que era tranquila, y lo es, para la gente de aquí. Pero claro, 200 estudiantes extranjeros tienen que hacer algo. Con lo que las fiestas en las casas son el pan de cada día. Ayer martes es el día Erasmus, o el día de que la gente queda en un bar llamado Fiorentina, y bebe cerveza en la ‘happy hour’. Y pensábamos que iba a haber cuatro gatos. Y nos equivocamos. El botellón ha sido exportado, desde ya. Y después, como si de una ‘American Pie’ se tratara nos fuimos a una fiesta en casa de alguien. Y desde fuera del edificio se oía la música. Y según subías por las escaleras ibas viendo gente. Y era en un cuarto ‘piano’. Y la gente no cabía. El suelo pegajoso. Muchos italianos. Tras echar unos bailes y robar un poco de ron, nos bajamos a la calle. Y llego la policía, algo por lo visto muy común aquí. Habrá que acostumbrarse. O que se acostumbren ellos.