jueves, 24 de abril de 2008

Praha y München

El fin de semana anterior decidimos, como siempre, de improvisto, irnos a pasar un par de días a Praga, pasando luego a la vuelta por Munich y estar allí el domingo entero. Así fue, en dos coches nos fuimos a la República Checa.

Seis horas de viaje (en verdad ocho), mucho sueño y carretera. Nos hizo buen tiempo, pese a las previsiones catastrofistas victorianas y nos lo pasamos en grande. Es una ciudad muy bonita que hay que saber observar. Tuvimos la colaboración del tío de Alba, una de las viajantes, en la que nos hizo de guía por una tarde, bastante interesante por cierto. El apartamento era una bohardilla con muy buena localización y vistas. Por lo demás como siempre, mucho pateo por la ciudad, visitas a El castillo de Praga, Malá Strana (Ciudad pequeña) , la Ciudad Vieja (con su preciosa plaza y su legendario reloj), el barrio judío, la catedral de San Vito, El Palacio Real de Praga, el barrio Judio, la Plaza de Wenceslao, la discoteca más grande de Europa Central, cervezas por 80 centimos (20 coronas checas), futbolín, otra cheeseburger, Ron Beethoven no!, suizas, etc...

A la vuelta, un poco cansados, pasamos por Munich y pasamos el día paseando por sus calles. Me parece una ciudad preciosa y muy tranquila para vivir, la cual hay que verla con calma, eso es cierto.


En fin, unas foticos...


Plaza de la ciudad vieja en todo su explendor.

Reloj Astronómico.

Conservatorio Nacional con Dvorak presidiendolo.

Vistas del río Moldava y sus puentes.

Vistas del puente de Carlos, lleno de puestos de pintores.

Catedral de Praga.

Los de las gafas y yo.

Un poco de cerveza checa.

Caótica Ana

Última película de Medem. Un tanto difícil de entender. Muy bueno el principio. Ibiza, Madrid y Nueva York. Extraño el final. Me ha gustado. Poetic film. Punto.

lunes, 7 de abril de 2008

London

El miércoles a las 5 de la mañana sonó el despertador. Teníamos que ir en coche hasta el aeropuerto de Bergamo (Milán), para coger un vuelo con destino al aeropuerto de Luton (Londres) a las 9:45 de la mañana. No dormimos casi nada. Allí nos alojamos en casa de Miguel y Sara, que se han portado genialmente bien y que nos dejaron meternos en su habitación a Roy y a mi, con sus ronquidos incluidos.

La verdad es que hemos hecho de todo lo que se puede hacer en Londres, y si me pusiera a escribir anécdotas no acabaría nunca, así que podríamos decir que Londres ha sido comidas en McDonalds, viajes en autobuses rojos de dos plantas, picnic en Hyde Park, casoncios Kensington Street, de compras por Oxford street, siesta y pérdida de cartera temporal en Green Park, cena deliciosa en restaurante japonés en Chinatown, de marcha por Kokó, cervezas a 2 libras en residencia, chinos, negros, pakistanies, indios con pasta, blancos con traje por La City, edificios elegantes, cochazos miles, Tate Gallery con su terremoto artificial, London Bridge, Tower Bridge, Puente del Milenio (de Foster), London Eye (noria), Big Ben, Picadilly Circus, Trafalgar Square, pubs, Mercadillo de Camden, paella como última cena, comida china a una libra, one capuccino please, Match Point, cambio de aeropuerto inoportuno, 30 horas sin dormir, etc...

Ahora las fotos:


Yo en Picadilly Circus.

Junto al lago de Hyde Park.

Ardilla junto a mi mano en Hyde Park.

Tomando unas cervezas en una residencia universitaria al lado del Imperial College.

Autobús por dentro. Y por fuera.

Torre Swiss Re, de Norman Foster.

Tower Bridge.

Capuccino con Londres.

Restaurante japonés en Chinatown.


En Kokó.