El viernes por la noche decidimos que teníamos que ir al Oktoberfest como fuera. Así que alquilamos tres coches y nos fuimos catorce erasmus españoles a ver que nos contaban en Munich, que pilla a unos 350 km de Trento al otro lado de los Alpes.
La carretera que une Italia con Alemania cruza los Alpes y cruza Austria. En Alemania las carreteras son mucho más amplias y cómodas que en España, y no tienen límite de velocidad establecido. El paisaje es de lo mejorcito que he visto desde un coche:
La carretera que une Italia con Alemania cruza los Alpes y cruza Austria. En Alemania las carreteras son mucho más amplias y cómodas que en España, y no tienen límite de velocidad establecido. El paisaje es de lo mejorcito que he visto desde un coche:


A la llegada a München el sábado por la tarde, y tras comernos un perrito caliente con una salchicha alemana en un mercadillo en el centro de la ciudad, fuimos en metro al recinto ferial donde se celebra el mencionado elemento cervecero, concretamente en Theresienwiese. A la llegada nos sorprendió la cantidad increíble de gente que había por el recinto, en el que hay atracciones de todo tipo, así como cientos de puestos de comida y bebida, principalmente de perritos calientes. Intentamos entrar en una de las muchas carpas gigantes que hay en el recinto, pero por la tarde es difícil entrar, dado que la gente entra por la mañana y se marcha al final de la tarde. Por la noche, tras ser estafados como a tontos en una terraza de la plaza principal de Munich, 280 euros entre los 14 por unas cervezas y unas bravas, nos movimos por algunos bares de la ciudad alemana.
El domingo, y tras haber pasado una noche difícil durmiendo cinco tíos en un Fiat Bravo (increíble el dolor de todo al despertarnos), nos fuimos prontito al recinto ferial. Y esta vez si entramos, a las 10:15 de la mañana desayunamos pollo con cerveza. Ahí van fotos:


Estuvimos en la carpa hasta las 3 de la tarde, más o menos, y decidimos comer algo y que nos diera un poco el aire. Y después de descansar toda la tarde nos fuimos, con algún altercado anecdótico para algunos, a Innsbruck, ciudad de Austria, rodeada toda ella por montañas, y ciudad cuna del ski. Allí dormimos otra noche. Otra noche durmiendo cinco en un coche. Horrible noche, parecía que no iba amanecer nunca. El lunes entero estuvimos viendo la ciudad, preciosa:
2 comentarios:
hola guapo, ya era hora de que colgaras alguna fotillo, para ver si todo sigue igual que siempre, aunque ya veo que si, menudas juergas que te estas pegando, espero que te lo pases muy bien.
nosotros dentro de nada haremos un encuentro irlandés pero ya te informaré.
muchos besitos desde España.
lau
Extraordinario!! magnífico!!! jugón!! playmaker!! todas los posibles adjetivos de nuestro amigo A. Montes, se te quedan pequeños!! qué maravilla de viaje tio, y joer que anécdotas más wapas, 20 pavos por cabeza unas birrillas, no está mal no? pero bueno siendo buenas jarras alemanas, os disteis el gustazo!! si señor. Menos mal que yo no dormí en el fiat con vosotros, porque ya me conoces y sabes la cantidad de horas que hubiera dormido yo no?jajaj.
Sigue así tio, que el blog está muy chulo, pon fotitos y sigue contando historias, que siempre mola oír de ti.
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